El chef Michel Richard disfruta de una cena confeccionada por el chef Alfredo Ayala
en su restaurante, Delirio en Miramar.
en su restaurante, Delirio en Miramar.
Integrante de una familia extensa -el décimo de once hermanos- Alfredo aprendió a temprana edad a respetar y amar los alimentos. Luego de ejercer su profesión como ingeniero en Estados Unidos, Brasil y Africa, este barranquiteño se aventuró a buscar trabajo en el área de la cocina, para expresar su pasión culinaria encontrándolo en el restaurante californiano "Rountree" en San Francisco en tiempos del nacimiento de la Nouvelle Cuisine Californiana. Fue en este lugar donde Alfredo –según nos contase– tuvo que mentir para que le empleasen, diciendo que su preparación académica llegaba hasta Escuela Superior.
Ese primer empleo marcó el inicio de una exitosa carrera como chef, con más de 25 años de quehacer culinario. A su regreso a Puerto Rico, Ayala estableció Ali-Oli su primer restaurante y el pueblo de Carolina fue quien le acogió con gran éxito, provocando su evolución hacia el área de Miramar, en lo que fue el hotel Excelsior hoy Marriott Courtyard (donde ubica hoy "Augusto's Cuisine"). Durante los ocho años de Ali-Oli, Ayala se consagró como el padre de la Nueva Cocina Puertorriqueña, marcando la evolución de la cocina puertorriqueña.
No conforme con sentar pautas de renacer en la cocina puertorriqueña, Alfredo vuelve a ser pionero al establecer el primer sushi bar en Puerto Rico, Yukiyú (1988) en el Viejo San Juan; compró "Seagrapes" (un Guest House), que vendió luego para tomarse un descanso de dos años.
Regresó como restaurador con Chayote (Miramar) que capitaneó por ocho años, al tiempo que abrió su Su Casa en Dorado (que dirigió por 10 años), Las Vegas en Río Grande y más recientemente su gran sueño hecho realidad, Delirio, a una cuadra en donde se estableció por primera vez en la zona de Miramar con su Ali-Oli y luego con Chayote.
En todos sus restaurantes Ayala a celebrado la cocina puertorriqueña y reutilizado nuestros productos nativos de forma creativa. Las salsas de frutas, las majadas de viandas, la vuelta del bacalaíto y hasta las alcapurrias a la mesa de restaurantes casuales son parte de su gran legado culinario.